BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS A NUESTRA TABERNA, ABIERTA PARA COMER, BEBER, ENCONTRARSE Y, SOBRE TODO, INTENTAR SER FELICES
Suena bien e invita a la fiesta: jarana. “San Sebastián tiene cosas que no tiene el mundo entero”, dice la canción. Tiene hasta un barrio llamado "de la Jarana”. Y no cualquier barrio: su puerto. El lugar donde San Sebastián se hace más juguetón, cómplice y divertido. Una parte donde se juntan todas las "Donostias" posibles. Un puerto que a lo largo de la historia ha sido una puerta por la que entraban y salían mercancías, ideas y, sobre todo, gentes. De ahí salían los balleneros y llegaban los barcos que traían las nuevas mercancías de América, del chocolate a la patata. Es el espacio donde los arrantzales descargaban las capturas del mar y donde trabajaban las rederas.
Hoy se mezclan en sus paseos los indígenas y los turistas. Se asoma a la bahía como parte fundamental de la postal, pero mantiene su personalidad propia y rebelde. Y, en septiembre, es la plataforma donde se cuecen las regatas de traineras, la olimpiada del remo que hace de San Sebastián el campo de regateo más hermoso.
Jarana. Qué bien suena. Alegría, encuentro, fiesta, libertad, amigos, promesa de felicidad.
Y, de esa jarana cargada de historia, de esa jarana eterna, nace esta taberna, una Jarana abierta donde comer, beber, encontrarse y, sobre todo, ser felices. O al menos, intentarlo.